Antes de que Jesús les pidiera a sus amigos que buscaran un burro para dirigir el desfile de palmeras de sus pueblos pobres, se paró en una intersección. Es la misma intersección en la que nos encontramos ahora. Esta intersección tiene cuatro esquinas y cada esquina tiene un nombre: fe, miedo, confianza y retiro. La decisión de Jesús en esta intersección ha hecho que el mundo sepa su nombre, admire su ejemplo y confíe en su poder. Como amigos de Jesús, elegimos la fe en las intersecciones de nuestra vida. Pero no solo la fe, ¡elegimos la confianza! Confianza porque tenemos un historial con Dios. La confianza recuerda los tiempos en que Dios era digno de confianza. ¡La confianza es lo que la fe usa para hacer la diferencia! Jesús sabía que la simple creencia en la realidad de la existencia de Dios no podía mostrar adecuadamente el poder de Dios en el mundo real. Solo un alma que confía en Dios hace eso. El diccionario lo dice así: La confianza es: “creencia firme en la fiabilidad, la verdad, la fuerza y ​​la capacidad de …” Así que nos encontramos en esta intersección llamada pandemia y declaramos ahora lo que, por la gracia de Dios, diremos con audacia cuando el COVID-19 sea derrotado:

“Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: Tú eres mi Dios”.

¡Estén alentados!

Salmos 31:14